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Navarre, en Alemania (27 de marzo de 2.008)

Navarre ha comenzado su segunda migración con el sistema de seguimiento activo 

Casi nada, amig@s. Nada menos que cerca de nueve mil kilómetros se ha metido Navarre entre pecho y PTT, al menos desde que fue capturada el pasado 3 de marzo de 2.007 en Bakaiku, Navarra. Navarre ha sido como el premio gordo de la lotería para el Proyecto, pues ha emitido lo justo para documentar un viaje que para una becada puede ser normal, pero para nosotros es incríblemente valioso. En este aspecto hay que destacar - incluso por encima de muchas otras, todas importantes - la emisión que nos dio el 5 de febrero de este año, que nos decía que había vuelto a casa, a diez kilómetros del lugar de su captura. Para entender lo que esta emisión ha significado basta decir que con la tecnología que lleva a cuestas Navarre era muy difícil que emitiera en esa zona y lo hizo una vez. Una sóla vez. La necesaria para darnos un dato que vale su peso en oro. O más. Algo así como un milagro. No vamos a ponernos místicos, pero... da que pensar.

Pero no queda ahí la cosa, porque el 26 de marzo de este año nos vuelve a dar una Loc 0 que afirma que se encuentra en el centro de Alemania, en un punto equidistante entre Frankfurt y Stuttgart. Más detalles curiosos: el año pasado Navarre no ofreció ni una sola emisión a lo largo de Europa Occidental hasta muy cerca de su lugar de veraneo (¿Y cría?). Parece que su PTT de 9,5 gramos sigue funcionando y mejora con el tiempo, como los buenos vinos. 

A partir de ahora nos encontramos con cuatro frentes abiertos. Navarre, que debería decirnos si su querencia la va a llevar a los mismos lugares de cría del año pasado y hasta qué punto su instinto va a ser preciso en la elección de lugar. Astur: no perdemos la esperanza. Su compañera nos ha dicho que hay que tener fé y no tenemos constancia alguna de que haya caído en acto de servicio. Ya el año pasado su emisor no dio tan buenos resultados, aunque cumplió con su misión con creces. A esperar.

Y las nuevas, Laguna y Araba. Siguen emitiendo con mucho poder, incluso en una zona tradicionalmente difícil para nuestro proyecto y con unas condiciones meteorológicas adversas. Se mantienen aún en el centro de Álava y todo apunta a que cuando crucen los Pirineos pueden ofrecernos un recorrido por Europa espectacular. Los datos obtenidos hasta la fecha así lo auguran.