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Sunday 19 April 2020 at 5:48 pm.
Exactamente hace diez años la Diputación Foral de Bizkaia comenzó a apoyar este proyecto aportando la equipación de una becada para su estudio mediante seguimiento vía satélite. Aquella primera sorda se llamó Bizkaia, voló desde el viejo aeródromo de Dima y completó una migración a Rusia para nosotros. Posteriormente volaron más becadas desde este territorio histórico, pero ninguna ha ofrecido los datos que hoy tenemos de Kolitza. Es nuestra primera becada que ha reportado tres migraciones prenupciales completas y nos ha dejado un asombroso conjunto de posiciones a lo largo de tres años exactamente en el mismo bosque de Ucrania. Kolitza ya ha vuelto a casa.
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Bizkaia fue la primera el 15 de mazo de 2.010
Sorprendimos a
Kolitza volando sobre
Polonia la noche del 15 al 16 de abril, estaba a una noche de llegar al que debería ser su destino en Ucrania. Una vez más estos datos en vuelo nos dan velocidades que rondan los 70 kilómetros/hora. En su primer tramo de esta etapa de 124,43 kilómetros voló a una velocidad de 68,61 km/h y en la segunda parte lo hizo a 76,08 km/h. Son mediciones en las que supuestamente incide la velocidad del viento, de cola en este caso, que es el que utilizan normalmente las becadas a la hora de afrontar sus desplazamientos.
Y al día siguiente, el 17 de abril,
Kolitza emite desde
Ucrania, desde el mismo bosque en el que ha pasado el verano los últimos dos años y pasará este tercero. Esta becada no solamente nos está confirmando todas las teorías sobre
filopatria que llevamos mucho tiempo dando como válidas, es que además hay que atender a las fechas de llegada a su "casa" en Ucrania:En 2.018 llegó el 26 de abril; en 2.019 llegó el 18 de abril y este año ha legado el 17 de abril. Como un reloj suizo. El récord de migraciones en seguimiento se lo arrebata a
Bruixa, becada balear que perdimos cuando afrontaba su tercera migración.
Kolitza ha utilizado prácticamente el mismo corredor migratorio en sus tres viajes, convergiendo a un punto en Ucrania en el que sabemos que ha pasado dos veranos, tres salvo sorpresa si contamos el presente. Cabe recordar que cuando la
Diputación Foral de Bizkaia nos brindó la oportunidad de equipar esta becada, el 8 de marzo de 2.018 tanto
Kolitza como su compañera
Guggenheim eran dos ejemplares
juveniles. Estas becadas de la
Reserva de la Biosfera de Urdaibai nos la suelen "jugar" en invierno. Es habitual que se refugien en el tupido encinar que se encuentra dentro de la zona protegida y por lo tanto solemos perderlas hasta la llegada de la primavera. Así, sabemos que
Kolitza en el año 2.018 salió de Urdaibai entre el 15 de marzo y el 13 de abril; en 2.019 lo hizo antes del 18 de marzo y en 2.109 lo ha hecho el 24 de marzo, que es cuando registramos su primera etapa con destino a la zona atlántica de Francia.
En esta imagen se aprecia perfectamente a qué nos referimos cuando hablamos de filopatría y precisión, esa exactitud con la que estas becadas vuelven al mismo lugar en el que han pasado veranos e inviernos. Las tres chinchetas de la imagen muestran tres posiciones de los últimos tres años. Observemos las dimensiones de la carretera como referencia y podemos entender que esta becada está "acertando" prácticamente en un radio de decenas de metros. Impresionante.
Y aunque nuestra becada de Urdaibai es hoy nuestra protagonista, no olvidemos que no es la única que seguimos a través de Europa. Por ejemplo,
Ibérica, es de la misma temporada que
Kolitza y ahí sigue, emitiendo sin novedad. De las tres becadas de
la Montaña Alavesa poco se puede decir.
Izar II e
Ilargi no han cambiado su ubicación y
Ezpela se entretiene realizando pequeños movimientos que entendemos como locales.
La que sí ha avanzado con fuerza es
Gatova. Dejamos a la becada mallorquina de este año en
Italia, al sur de la cordillera alpina y en estos días ha cruzado toda la zona norte del país. Los días 9 y 13 de abril aún estaba cerca de su última posición, pero 17 ya reporta desde
Eslovenia. Un día más tarde lo hará al norte de
Hungría.
Gatova ha superado los Alpes por el sur y parece que su ruta tiende a converger hacia el norte de Europa, aunque esta becada es nueva para nosotros y por lo tanto, todo en ella son incógnitas. Está a 1.500 kilómetros de
Mallorca, pero teniendo en cuenta la curva que marcó para superar el
Mediterráneo, ha volado bastante más.