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Thursday 21 April 2016 at 11:47 pm.
Semana relativamente tranquila aunque nos propone un reto difícil y apasionante. Por una parte, la nueva etapa de Eztia, que la sitúa en la zona NorOeste de Ucrania, desde donde emite regularmente. Bruixa no se ha movido de su primera posición rusa, como si estuviera reponiéndose del esfuerzo y las emisiones de Izki, que parece haber caído en acto de servicio en la Montaña alavesa. ¿Es posible encontrarla y recuperar su PTT?
En la imagen pueden verse las diferentes elipses de precisión de las últimas emisiones de Eztía
Eztía en Ucrania
Empecemos por la parte más positiva:
Eztia lleva unos días emitiendo desde el NorOeste de
Ucrania, concretamente desde la región de
Manevyts. Ha sumado
690 kilómetros desde su última parada en Chequia y parece que necesitará de este largo "stop over" antes de continuar viaje. Porque ahora se encuentra
a 2.300 kilómetros de la Montaña Alavesa y suponemos que aún puede tener que afrontar la última parte de su viaje.
Eztia está emitiendo bien, con buenas localizaciones y todo va según lo esperado.
Así las cosas, en este momento
Bruixa se mantiene en su posición rusa emitiendo sin problemas al igual que
Eztia desde Ucrania. La parte de Europa del Este la tenemos en marcha y controlada, ahora nuestros esfuerzos deberán concentrarse en
Izki y su posible recuperación.
Rubén Ibáñez e Ibon Telletxea durante el segundo intento de recuperación en Karelia
Como en el chiste, tenemos dos noticias que dar: la buena y la mala. La buena es que
Izki ha vuelto a emitir. La mala es que algunos de los datos que se incluyen en cada emisión nos indican que nuestra becada de la
Montaña Alavesa podría haber caído. Dos sensores nos indican que su temperatura es prácticamente la temperatura ambiente en cada emisión y que su contador de movimiento no está trabajando como esperamos. Pongamos en cuarentena estos datos, que ya nos han hecho dudar otras veces, pero creemos que lo más probable es que
Izki haya caído sin salir de las inmediaciones de su zona de captura.
Así pues el objetivo ahora es encontrarla, utilizando sus emisiones para efectuar un rastreo mediante un receptor de mano y una antena direccional terrestre, captando las señales que emite su Mortality Ground Tracker, un pequeño dispositivo incluido en el PTT que emite para posibilitar su recuperación. Cabe destacar que la operación puede ser cualquier cosa menos sencilla. Incluso consiguiendo una precisión de decenas de metros, encontrar un dispositivo tan pequeño en un bosque puede ser sumamente complicado. La prueba es que se han montado varias operaciones de este tipo, dos de ellas en la región rusa de Karelia y otras ya en España en León o Mallorca, por ejemplo. De hecho, solamente en una ocasión, en el primer intento en Karelia, se consiguió el objetivo, lo que da buena prueba de la dificultad extrema de la empresa. Crucemos los dedos.
