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Eztia bate el récord

Wednesday 25 May 2016 at 10:51 pm.
Las últimas emisiones de Eztia ya han sido confirmadas hasta el punto de poder afirmar que la becada de la Montaña Alavesa es la segunda de nuestras sordas en viajar allende los Urales. Eztia ha reportado esta mañana oficialmente un viaje de 6.000 kilómetros. Es un buen momento para recordar las andanzas de Karelia, nuestra pionera en el continente asiático. Ahora mismo Eztia tiene las costas del Océano Pacífico a la mitad de distancia de su casa en Araba. Nunca dejan de asombrarnos.
En blanco la trayectoria actual de Eztia. En rojo, el viaje de ida y vuelta de Karelia en 2.010

Volvemos a Asia

El 6 de mayo de 2.010 fue una fecha tremendamente especial para el Proyecto Scolopax Sin Fronteras del CCBP y también para todos los aficionados a la becada y su mundo. Habituados a aceptar la idea de que el área de distribución de la becada (Scolopax rusticola) se circunscribía al Paleártico Occidental, entre el sur de Europa y norte de África y los montes Urales, ese día supimos que la afirmación ya no servía. Una de nuestras becadas llamada Karelia había volado desde Cantabria hasta las laderas del Este de los Urales, saltándose la barrera fronteriza que nosotros, en nuestra ignorancia, le habíamos impuesto. Karelia siguió viaje cada vez más al Este hasta demostrar que esa emisión del 6 de mayo fue algo más que asomarse al continente vecino, para ver cómo era. Karelia se había adentrado más de 1.600 kilómetros en Asia. Era la primera vez en la historia que un proyecto de seguimiento mediante Radio Telemetría Vía Satélite (RTVS) certificaba el hecho, hasta entonces insólito. La becada, una migratoria presahariana que difícilmente podría extenderse al sur del desierto, pero que no respetaba la barrera natural de los Urales. Un hito histórico

Hagamos un poco de historia. Desde la mítica Trasgo en 2.006 voló desde Navarra hasta Rusia anunciando que la RTVS no era una locura en becadas el Club de Cazadores de Becada ha equipado un total de 25 becadas. De ellas un total de 14 han llegado a Rusia y una más - la navarra Bertiz - a Finlandia. De las 15 becadas cuyos transmisores han funcionado perfectamente, dos han seguido camino más allá del continente europeo, que tradicionalmente se delimita al este por los montes Urales. Karelia y Eztia son nuestras dos becadas asiáticas.

El viaje de Eztia

Nuestra becada de la Montaña Alavesa parece haber asumido la falta de su compañera Izki cargando a sus espaldas el viaje de las dos. Cuando ya dábamos por terminado su viaje, en unas coordenadas de longitud similares a las de la mallorquina Bruixa, ha retomado su migración con una fuerza impresionante. De hecho, ya lleva dos meses viajando. El 15 de mayo la dejamos en la parte Oeste de los Urales y el 18 ya estaba emitiendo casi 600 kilómetros al Este de su última posición y bien entrada en Asia. Estaba claro que, felizmente, Eztia nos iba a seguir dando guerra y así, el 20 de mayo casi repite etapa con otros 600 kilómetros en línea recta. Pero ojo al dato, porque el 20 de mayo va a emitir tres veces con localizaciones válidas. En un intervalo de 5:40 horas recorrerá 300 kilómetros más. Con una precisión y constancia más propias del principio de la migración, el 23 de mayo vuelve a emitir 400 kilómetros al Este de su posición y finalmente hoy 25 de mayo lo hará sumando otros 200 más.
La posición actual de Eztia está 300 kilómetros al norte de la que ocupó Kareia

En el primer mapa podemos comprobar que las rutas migratorias de Karelia y Eztia son bastante similares, no así su "modus operandi". Mientras Karelia nos ofreció ne su primera parte una ruta que podemos llamar "normal", de etapas largas, Eztia reportaba pequeños movimientos, con etapas extremadamente cortas y sucesivas. Quizás cuando hayamos enviado unas cuantas becadas más al otro lado del muro de los Urales consigamos un patrón válido, pero lo cierto es que, a excepción de la ruta, el comportamiento de estas dos becadas ha sido bien diferente.

De nuevo y con más motivo cuando los resultados son tan espectaculares debemos acordarnos de los padres de esta criatura llamada Eztia, que no son otros que los miembros de Club Deportivo de Caza Hornillo de Maestu y lugares como Apinaniz, Atauri, Azazeta, Korres, Maeztu, Erroitegi, Erroeta, Sabando, Birgara y el Valle de Laminoriako Harana, Antoñana, Bujanda, Oteo... El compromiso de Todor de Aguirre y sus compañeros y vecinos, se merecen sin duda este premio.